miércoles, 26 de noviembre de 2008

una sensacion sobre las demás**


Mientras los demás dejan sus inútiles compras descansando a la orilla de la calle, yo miro y él mira hacia allá... 70 mil colores esperando una señal para empezar a deslumbrar, a robar sonrisas torcidas y movimientos de cabeza. Luego, como costumbre que no se desacostumbra (si es que la hay), se sigue con la pesada idea de seguir caminando, botando sobras de comida en el basurero de la esquina y como si no fuera incómodo, amarrándose el cabello de forma que no toque el suelo...(no quiere seguir arrastrando esa historia, llena de tanta cosa abstracta y absurda, absurda y más que abstracta).

La escencia del resultado es alucinante, continúo retorciendo los ya torcidos sentidos que dejó el sonido de su voz. Extraños sonidos suaves y melodiosos me susurran todo lo que me hace hacer así..(:))///Una mueca! un retorcijón azulado! un suave movimiento de muñeca***Todo, me recuerda que la vida me ha dejado vivir a mi manera, sin dejar de ver esos 70 mil colores que palpitan mi corazón manualmente y le dan respiración a uno de aquellos poros que había dejado de suspirar profundo....

El beso que se fue, no volverá...ya eso lo sé!

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Me Creo mis propias mentiras.(punto y aparte)

Nací en un territorio de pasos marcados por la soledad de las palabras. Por los gritos ahogados en la laguna de mi garganta y en los retorcijones que dejó una muerte inesperada.

Escuché por primera vez...esa frase que confundió mi espíritu luchador, alegre y a la vez perdido. Recuerdos que condicionan a la memoria, que obligan a rendirle culto a una melancolía sin vida pero muy bien prendida, que encandila mi rostro y aun así no se logra ver. Tal vez por que es invisible, tal vez por que no existe...

Abrí los ojos y me ví sentada en la misma orilla, donde aquella vez tiré piedritas al agua, símbolo de su presencia en mí, como huésped eterno. Él vió todo, sonrió sin muecas y por primera vez expresó sin palabras lo que nunca pensó sentir.

Todavía me parece extraña esta sensación de vacío, de echar de menos al que se llevó todo lo que poseía. No sé como en un momento todo llega a desaparecer sin dejar rastro, solo una poesía que igual de vacía convierte sus pasos en un silencio que no deja de susurrarme al oído mentiras que hieren, que desangran mis esperanzas y que se llevan por los aires las últimas flores ya marchitas, desganadas, tristes...como yo